La Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb) repartió miles de cajas de alimentos que no cumplían con todos los estándares necesarios. De acuerdo a una investigación de Contraloría, los productos de las canastas entregadas a los estudiantes en el marco del Programa de Alimentación Escolar y Parvularia (PAE) no alcanzaban para los 15 días hábiles estipulados en la licitación y además, no cumplían con los mínimos nutricionales establecidos. El servicio se defiende, no obstante será objeto de un sumario
Entre marzo y septiembre de 2020 fiscalizadores de la Contraloría realizaron una auditoría respecto de las cajas con alimentos que el Gobierno -a través de la Junaeb- repartía entre miles de estudiantes de la región Metropolitana, quienes tal como ocurrió en el resto del país dejaron de asistir presencialmente a los establecimientos para frenar el avance del covid-19.
La Unidad de Investigación de BioBioChile tuvo acceso al informe final de la indagatoria. En el documento de 445 páginas constan las deficiencias detectadas que no fueron subsanadas o respondidas a tiempo.
Con todo, según se desprende de las conclusiones, el órgano fiscalizador realizará un sumario administrativo en la Junaeb, con la finalidad de encontrar responsables entre los funcionarios del servicio.
La duración
En concreto, en la auditoría se constató que los productos incluidos en las canastas no eran suficientes para permitir la alimentación del beneficiario por un periodo de 15 días hábiles, meta establecida en las propias licitaciones de la Junaeb.
Como se mencionó y de acuerdo a la licitación, las canastas de alimentos de Junaeb debían contener raciones de alimentos para 15 días hábiles. Sin embargo, se comprobó que en promedio los contenidos para almuerzo de las canastas duraban 3 días para párvulos de sala cuna y ocho días para niños de jardines infantiles. Para los estudiantes de prebásica, básica y media, el promedio de duración era de ocho días.
En el caso de los desayunos, el promedio de duración fue de 12 días para los estudiantes de prebásica, básica y media.
Esta situación se repitió también a lo largo del país, tal como muestra la siguiente tabla confeccionada por la Contraloría en base a su investigación:
Nutrición insuficiente
Asimismo, se verificó que la información nutricional rotulada en los etiquetados de ciertos alimentos contenidos en las canastas repartidas no se ajustó a la composición real determinada en el análisis químico solicitado por la Contraloría al laboratorio de la Dirección de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Otra de las situaciones irregulares detectadas por la Contraloría en la región Metropolitana dice relación con los los requisitos reales de los beneficiarios. En su informe la entidad indica que hubo estudiantes que recibieron las canastas de alimentación aunque no les correspondía, así como también situaciones en las cuales se les entregó más de una canasta a un mismo beneficiario.
La Contraloría advierte también en su investigación que la Junaeb no cuenta con un mecanismo que identifique y seleccione a los beneficiarios del PAE. En la región Metropolitana, el número de canastas disponibles era inferior al número de estudiantes beneficiarios. Por ello hubo 12.003 beneficiarios en la primera entrega, 11.723, de la segunda y 8.726 en la tercera que no recibieron canasta de alimentos pese a ser beneficiarios.
Las situaciones descritas y constatadas en la región Metropolitana, serán ahora investigadas en el sumario administrativo que llevará a cabo la propia Contraloría. En dicha investigación también se considerarán los resultados de auditorías realizadas en el resto del país, donde varias de estas irregularidades se repitieron.
Junaeb defiende su trabajo
Este medio contactó al director de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas, Jaime Tohá Lavanderos, quien defendió el trabajo del organismo que dirige y descartó responsabilidad funcionaria.
En diálogo con BioBioChile, Tohá parte explicando que la fiscalización realizada por la Contraloría coincide con el inicio del proceso en plena pandemia, momento en que se presentaron varias dificultades.
“Esto tiene que ver con el inicio del proceso, la Contraloría audita y sale a terreno cuando recién comenzamos a implementar las canastas, que no tiene mucho que ver con cómo evolucionó el proceso y cómo está operando después. Se han hecho muchas correcciones y las propias recomendaciones de Contraloría se han tomado y hemos tenido importantes mejoras en el proceso”, comenta.
El director de la Junaeb recordó también que la repartición de alimentos comenzó a penas 3 días después de que se suspendieran las clases, lo que a su juicio hace “esperable” que hubiesen este tipo de dificultades.
“Por supuesto que cuando tú empiezas a entregar 1 millón 800 mil canastas de una manera que nunca se ha hecho en la historia de este programa, van a existir ciertas situaciones que son perfectibles y eso es lo que refleja el informe de la Contraloría”, complementa.
El mandamás de la Junaeb destaca además que “aquí no se han perdido alimentos”, por lo que no hay un cuestionamiento del órgano fiscalizador a la probidad.
“Aquí lo que hay es un programa que se echó a andar y una decisión que tomamos sobre la marcha, muy rápido, y que por supuesto hemos ido mejorando y corrigiendo ciclo tras cicló, ya llevamos 35 millones de canastas entregadas y estas situaciones fueron subsanadas todas”, indica.
Tohá también realizó reparos sobre la metodología que se utilizó para analizar nutricionalmente la composición de las canastas, asegurando que por un tema logístico era -por ejemplo- imposible entregar las proteínas porcionadas de tal forma que alcanzaran para 15 días hábiles.
“Aquí no existe responsabilidad funcionaria según nuestra opinión. Lo que sí existe es una decisión de implementar una política pública de urgencia en la que priorizamos llegar antes que demorarnos. Nos podríamos haber demorado 2 o 3 meses y haber pulido los procesos al detalle. Nosotros preferimos partir y fuimos haciendo las mejoras. Creemos que los funcionarios hicieron un esfuerzo notable y destacable y obviamente tuvimos que perfeccionar ese proceso en el camino”, sentencia.
En un plazo de 30 días hábiles la Junaeb deberá evacuar tres informes a Contraloría. Tohá confía en que esos documentos demuestren que se actuó de la mejor forma posible y que las observaciones fueron subsanadas en su totalidad. De todos modos el sumario administrativo se realizará sí o sí.
Fuente: biobiochile.cl