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Las creencias paranormales están vinculadas a los trastornos del sueño

Pueden provocar parálisis del sueño y el síndrome de la cabeza explosiva mientras dormimos

Una nueva investigación ha confirmado una relación todavía no explicada entre las creencias paranormales, seguidas por más de la mitad de la población, y los trastornos del sueño, especialmente la parálisis del sueño y el síndrome de la cabeza explosiva.

La investigación desarrollada en el Goldsmiths College de la Universidad de Londres confirma que las personas que creen firmemente en los fenómenos paranormales son las que reportan más trastornos del sueño.

Estudios previos han puesto de manifiesto relaciones significativas entre determinadas variables del sueño y experiencias y creencias consideradas paranormales, pero, en opinión de los autores de la nueva investigación, estos estudios se han realizado a pequeña escala y están limitados en el número de variables del sueño investigadas.

El nuevo estudio ha llenado un vacío en la literatura científica, al investigar hasta seis creencias paranormales en relación con las variables del sueño a través de una muestra significativa. Sus resultados se publican en la revista Journal of Sleep Research.

Trastornos asociados

Los estudios previos han sugerido, más concretamente, que las personas con fuertes creencias espirituales y paranormales son más propensas a la parálisis del sueño (ISP), una breve incapacidad para moverse que se manifiesta durante las transiciones entre la vigilia y el sueño.

Otro trastorno del sueño asociado a las creencias paranormales se llama síndrome de la cabeza explosiva (EHS), que se manifiesta durante la primera fase del sueño: la persona a punto de dormirse (o que acaba de dormirse) siente repentinamente la impresión de un ruido fuerte (indoloro), que se acompaña de alucinaciones y malestar general.

La nueva investigación ha profundizado en estas conclusiones previas y se ha centrado en seis creencias comunes y sus asociaciones con las variables de calidad del sueño (eficiencia del sueño, duración, latencia, síntomas de insomnio), tanto PSI como EHS.

Amplia muestra

Un total de 8.853 adultos, con una edad media de 45 años, respondieron a una encuesta lanzada por la revista británica BBC Science Focus Magazine, a través de la cual informaron sobre su demografía, trastornos del sueño y creencias paranormales.

Esta encuesta puso de manifiesto que la peor calidad subjetiva del sueño (menor eficiencia del sueño, mayor latencia del sueño, menor duración del sueño y aumento de los síntomas de insomnio) se asocia con una mayor aceptación de las seis creencias paranormales planteadas en este estudio.

La primera creencia que aparece vinculada a la mala calidad del sueño es la de que el alma vive después de la muerte; seguida de la creencia en la existencia de fantasmas y demonios.

La creencia en la supuesta capacidad de algunas personas para comunicarse con los muertos; o de que las experiencias cercanas a la muerte son evidencia de que hay vida después de la muerte, aparecen también relacionadas con trastornos del sueño, así como la convicción de que los extraterrestres han visitado la tierra.

Asociaciones confirmadas

Además, los episodios de síndrome de cabeza explosiva y parálisis del sueño se asocian con la creencia de que los extraterrestres han visitado la Tierra.

Respecto a los trastornos del sueño relacionados con estas creencias, la parálisis del sueño (ISP) se asocia especialmente con la creencia de que las experiencias cercanas a la muerte son evidencia de vida después de la muerte.

La creencia de que los extraterrestres yan han visitado la Tierra o interactuado con humanos es a su vez más común entre los participantes que reportan episodios de PSI o EHS.

Los hallazgos obtenidos confirman que existen asociaciones entre las creencias en lo paranormal y diversas variables del sueño, concluyen categóricos los autores de esta investigación.

Lejos del fondo

Añaden que esta información podría equiparnos mejor para apoyar el sueño a través de la psicoeducación, aunque reconocen que los mecanismos subyacentes a estas asociaciones son probablemente complejos y que deben explorarse más a fondo.

Todavía queda mucho para llegar a comprender completamente por qué las personas a veces informan de cosas extrañas mientras duermen por la noche, concluyen los investigadores.

El problema es que lo paranormal es aceptado como real por la mayoría de la sociedad.

Una encuesta realizada en el Reino Unido por el Daily Mail en 1998 situó la cifra en más del 60% de la población, y una encuesta más reciente de Reader’s Digest (2006) descubrió que uno de cada cinco por ciento de los británicos afirma haber visto un fantasma, mientras que casi la mitad ha afirmado haber leído la mente de otras personas.

Psicología anómala

En USA, un estudio de Gallup realizado en 2005 reveló que el 73% de los norteamericanos creía en al menos uno de los diez fenómenos paranormales incluidos en la encuesta.

Toda esta situación ha dado lugar a una nueva rama de la ciencia llamada psicología anómala, dedicada al estudio de fenómenos extraordinarios de comportamiento y experiencia, incluidos (pero no restringidos a) aquellos que a menudo se denominan “paranormales”, destaca el Goldsmiths College.

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